Tribunal impone 3 meses como medida cautelar a dos empleadas del Hospital Cabral y Báez por pérdidas de medicamentos.


Por Marcelo Peralta.

Santiago, R.D.- Dos empleados del Hosopital Unviersitario Regional José María Cabral y Báez fueron enviados a la cárcel mediante medida cautelar, por la alegada sustracción de  un cargamento de medicamentos.
Las afectadas con la medida judicial son Solángel Celeste Taveras García y Francisca Isabel Ramírez.
Ambas trabajaban en las áreas de Farmacia y Almacén.

Ha sido el honorable magistradol Juez, licenciado Luis Ernesto Torres Paulino, perteneciente al Tribunal de Atención Permanente que ha impuesto la sanción.

Una tercera empleada de nombre Jeenifer Toribio ha sido implicada en el caso, no obstante Torres Paulino le impuso presentación periódica.

En el caso de Jennifer Toribio, se ha dicho que la Dirección del Hospital Cabral y Báez no habría presentado cargos.

De acuerdo a los informes obtenidos, el cargamento de medicamentos, en su mayoría insumos utilizados para cirugías, están valoradas en tres millones de pesos.

El abogado nativo de Mao, provincia Valverde, licenciado Artemio Álvarez representante legal del Hospital Cabral y Báez, informó que pidieron al Tribunal la cantidad de 6 meses de prisión preventiva como coerción.

Los familiares y abogados de Solángel Celeste Taveras García, oriundo de la provincia fronteriza de Dajabón, afirmaron que en su condición de empleada había notificado desde el mes de junio de este año al  director del hospital, Ernesto Rodríguez, informes de sospecha de pérdidas de medicamentos, sin embargo, se quejaron de que éste obvió el alerta hecha por su empleada.

Al mismo tiempo denunciaron que Taveras García fue apresada en horas de la madrugada del miércoles, prácticamente cuando se hallaba desnuda en el lugar donde vive.

Lamentaron que la misma no fue integrado a la investigación, el chofer que se encargaba de trasladar los medicamentos, proveniente desde el  Programa de Medicamentos Esenciales (PROMESE).

Este organismo fue creado en el año 1984 por decreto de la Presidencia de la República como respuesta a los altos costos de los medicamentos que se definían como esenciales para la atención básica de los segmentos más vulnerables de la sociedad dominicana.

Dicen que el chofer, cuyo nombre no fue dado a conocer y quien trasladaba los medicamentos desde la sede de Promese hacia el almacén en el Hospital Cabral y Báez, en muchos casos se desviaba en horario que le tocaba trabajar para llevar los pedidos. 

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