En República Dominicana la vida de los desposeídos es un desastre.



Por Marcelo Peralta y Antonio Heredia.

Sosua, Puerto Plata, R.D.-En virtud del deterioro cada vez mayúsculo y la errónea política en materia de salud del gobierno, las personas con estrechez y limitaciones económicas en República Dominicana viven en constantes “desastre”, “penurias” y atravesando las de “Caín”.
En el pasado reciente un agricultor tuvo que llenarse de “coraje” echarse una cruz de madera acuestas y marchar desde el municipio Laguna Salada provincia José Desiderio Valverde, en la Región Noroeste para recorrer 223 kilómetros a pie hasta el Palacio Presidencial mendigando una ambulancia para el Hospital Municipal y un camión para el Cuerpo de Bomberos.
El arrojo del peregrino Pedro Antonio Jerez, quien en el trayecto tuvo que ser internado por agotamiento en un centro de salud en el poblado Piedra Blanca provincia Monsenor Alejandro Nouel al deteriorarse su salud luego de caminar 140 kilómetros a pie en tres.
El caminante Jerez salió desde Laguna Salada con el propósito de que el Presidente Danilo Medina lo recibiera y pedirle una ambulancia y un camión de Bomberos.
Debido a las innegables deficiencias de Estado Dominicano a ofrecer las asistencias requeridas a los ciudadanos y ciudadanas cada vez la situación de emergencia se agudizan y deteriora.
Hay ocasiones en que personas enfermeras son transportadas en motocicletas, al igual que algunas que han fallecidos en hospitales, lo que constituye una “vergüenza” en pleno siglo 21.
Es frecuente observar en carreteras y comunidades del país que hombres llevan en motocicletas a enfermos en horas del día y las noches transportando enfermos en motocicletas.
Una escena viviente fue la de dos hombres en una motocicleta quienes trasladaban por la carretera Sosua y Montellano a una joven con dolencias corporales.
Es común observar este drama humano por esta zona Norte de la República Dominicana debido al deterioro del sistema de salud que implementa el gobierno en los pueblos lejanos fuera de la metrópolis de Santo Domingo, donde los gobiernos concentran las inversiones mayoritaria.
La joven era trasladada descalza y en condiciones infrahumanas debido a la falta de un sistema eficaz de salud.
Normal es, en múltiples ocasiones cuando los dolientes llevan los pacientes a hospitales allí nunca hay ni siquiera hilos para hacer suturas e n caso de heridas.
Mientras el gobierno ha gastado y gasta cientos de miles de millones de pesos por conceptos de impuestos al Estado, los mismos son desviados para cubrir necesidades de los millares de ilegales haitianos que guardias dejan pasar por la frontera.
A pesar del despilfarro desde el gobierno con los recursos del pueblo, en pueblos de las 32 provincias del país se carece de servicios de ambulancia estatales.

Peor aún, cuando ese paciente es ingresado a algunos centros de salud el sacrilegio que tienen que hacer los familiares para lograr camas, medicamentos y otras comunidades a sus familiares.

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