Torpeza de Donald Trump

Por Marcelo Peralta
La persistente torpeza con que el Presidente de Estados Unidos, el magante Donald Trump se construir un muro en la frontera con México traerá consecuencias muy dramáticas al imperio que se cree dueño del mundo.
El magnate Trump actúa como una sinfonía sin prever los perjuicios que han de venir a través de nebulosas de impredecibles consecuencias a Estados Unidos.
Ese muro no es factible por los desaciertos a generar; los perjuicios a millones de seres humanos y efectos comerciantes en detrimento de la maltrecha economía estadounidense.

Todos, sin excepción sabemos que la economía en Estados Unidos no anda bien.
Las bonanzas de hace 20 años atrás que ha llevado a millones de personas a irse a Estados Unidos no es la misma de hoy en día.

Por esa errónea iniciativa Estados Unidos podría salir perdiendo no solo porque trata de aislar antojadizamente a los mexicanos, sino que su económica se desplome.
China es en la actualidad la primera potencia comercial mundial que suple de mercancías a Estados Unidos.

China no ha tomado mas terrenos por el “embudo” que la bloquea entre Estados Unidos y Japón.

Con esta desacertada forma de gobernar Estados Unidos se podría ver afectado con el desplome en sus ventas de autos, entradas y salidas de productos básicos, relaciones diplomáticas, requebrajar  el béisbol y otras vías que les generan millonadas en dólares.

Esa potencia ha tendido puentes, forjado vínculos entre naciones, oportunidades de trabajo, desarrollo, avances tecnológicos, permitido que miles de hombres y mujeres vivan allí debido a oportunidades que ofrece.

Trump debía copiar del visionario Yechiel Eckstein, experto en la vida y las costumbres judías que en 1983 se dio cuenta que en Estados Unidos había más cristianos que judíos, entonces decidió y fundó la Fraternidad de la Tierra Santa, una organización diferente que uniría a cristianos y judíos para que apoyaran a Israel.
 Con esa iniciativa se logró forjar vínculos entre cristianos y judíos que llevaban años separados por el temor, la desconfianza y los prejuicios.

Esto hizo que la antorcha se encendió cuando Dios hizo la promesa a Abraham hace 4000 años.

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