Se nos fue Chavilo Ceballos.

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Por Marcelo Peralta.
Su recorrido por esta vida ha llegado a su fin.
Es imposible no sentir tristeza.
Chavilo Ceballos se fue pero aún le sentimos en nuestros corazones.
Tu presencia se quedará para siempre.
Cada una de tus risas y de tus palabras hace ecos en nuestras cabezas y corazones.
Ahora estás tan lejos pero a la vez tan cerca.
Tus recuerdos vivirán para siempre entre nosotros.
Te prometemos no dejar de ser felices, porque tu siempre nos brindaste sonrisas.
Tu partida llegó como una noche sin luna.
Aunque moriste de día, y tan fulminante y fugaz como una noche oscura que no nos dejó una salida.
Todos los seres vivos llegan a un tiempo en que tienen que morir.
Entender por qué de que debe de ser así es difícil.
Tal vez sea la cosa más difícil entre los que quedamos vivos.
Es la Ley de Dios y lo más prudente es aceptarla como algo connatural a la vida.
Es algo que ocurre, y no podemos hacer nada para cambiarlo.
La mayoría de las veces, la gente tiene vidas muy Cortas.
Otros, llegan a pasar más de 100 años.
De todos modos, el cuerpo con el paso de los años, se va gastando como si fueran las ruedas de una vieja bicicleta o las pilas de tu juguete favorito.
Cuando partes del cuerpo  como el corazón, los pulmones y el cerebro se desgastan y dejan de funcionar, lo más probable es que la persona muera.
A veces muere gente mucho más joven y algunas se ponen muy enfermas.
A pesar del esfuerzo de los médicos no hay manera de mantener estable al cuerpo de esa persona.
Algunos mueren de repente como fue el caso de Chavilo Ceballos que estando en su trabajo un ataque fulminante al corazón lo dejó sin vida.
Esta es una de la forma de muerte más dura y difícil de asumir por los familiares y amigos porque ocurre sin previo aviso.
Esta son clase de muerte similar a cuando una botella llena de agua se rompe y pierde toda utilidad.
El recipiente se ha hecho trizas, pero lo que había dentro el agua perdura para siempre.
Nadie sabe a ciencia cierta lo que le ocurre a una persona después de morir.
Cuando perdemos a un ser querido, lo pasamos mal.
Nos entristece pensar que esa persona dejará de estar a nuestro alrededor.
Que no podremos hablar con ella ni pasárnoslo bien juntos.
Esa ausencia deja un profundo hueco en nuestras vidas.
La herida tardará un tiempo en curarse, pero te irá doliendo un poco menos cada día porque es la ley de la naturaleza.
Nacimos, crecemos y reproducimos para luego desaparecer físicamente.
No es tan fácil asimilar la muerte de un ser querido.
Las fotos y sus recuerdos nos ayudan a recordar a ese ser amado que Dios ha llamado.
Nuestro pesar a la familia Ceballos y Báez, especial al maestro Felelo, Héctor, Chana, Alberto, Blanquito y demás familiares.
El equipo de prensaglobaldigital estará con ustedes en la pena y reciban nuestro más profundo pésame por la ida de Chavilo Ceballos.

Que descanse en paz y a ustedes nuestra condolencia.

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