Sobreviviente narra odisea. Cree que todos sus amigos están vivos.

Sobreviviente: “El que venía de allá pa acá... parece que estaba como bebío”
Carlos Alberto de los Santos
 internado en el hospital

Por Marcelo Peralta
Sánchez, Santa Bárbara de Samaná, R.D.- El chofer de la patana venía de allá pa acá.

Sobreviviente: “El que venía de allá pa acá... parece que estaba como bebío”
 Carlos Alberto de los Santos internado en el hospita.l

Es como que estaba bebío.

“Hacía zigzag”.

Estoy vivo para contarlo, gracias a Dios”.

M
Familiares y amigos de Carlos Alberto de Los Santos aguardan porque se recupere.

“Postrado en el Hospital doctor Antonio Yapour Heded, aturdido y sin saber que murieron 18 de sus amigos.

Carlos Alberto de los Santos, es un sobreviviente y narra su experiencia.

Sobreviviente: “El que venía de allá pa acá... parece que estaba como bebío”
Con un bebe en sus brazos esta mujer recorre los pasillos del Hospital Antonio Yapour en busca del estado de salud de Carlos Alberto de los Santos. 

Sobrevivió al fatídico al accidente ocurrido la noche del sábado entre una patana y un camión en el que murieron 18 religiosos.

Sobreviviente: “El que venía de allá pa acá... parece que estaba como bebío”
Condiciones en la que quedara el camioncito marca Daihatsut que llevaba a los religiosos.

Regresaban de un culto orando para que Dios proteja al pueblo dominicano de tantas barbaries.

Sobreviviente: “El que venía de allá pa acá... parece que estaba como bebío”
Pensativo, tembloroso y asustado, Víctor de los Santos, hermano de Carlos Alberto de los Santos se refiere al caso.

En el trayecto el camión que los transportaba, fue devorado por un patanista que conducía en condiciones de ebriedad.

Ante la carencia de carros funebres, los cadaveres hacia el cementerio son transportados en camiones.
Con dificultades para hilvanar ideas, dice que el que venía de allá pa acá, parece que estaba como bebío.
Otra de las condiciones en la que quedara el camion que llevaba de regreso a los religiosos.
Se cruzó en la vía que nosotros íbamos y nos chocó.
Desequilibrado y sudado en una calurosa sala del hospital provincial Doctor Antonio Yapour Heded, el religioso habla del abrumador instante en que el camión en el cual viajaba colisionó de frente contra la patana.
El que venía hacia nosotros se nos cruzó en la vía en el paraje La Majagua perteneciente a la provincia Santana Bárbara de Samaná.
Internado en el centro de salud, De los Santos se desfiguró el rostro.
Tiene  el cráneo vendado y un suero en su brazo derecho.
En el desastroso accidente, relató que con ell impacto perdió el conocimiento.
Todavía no se repone y a pesar de que 18 de sus amigos murieron, sin embargo, abriga la esperanza de que a ninguna le haya pasado nada.
Aún, mantiene la esperanza de que sus acompañantes que regresaban de un culto evangélico estén fuerga de peligro.
No sabe que de las 30 personas que iban apiñados en el pequeño camión 18 de ellos ya están bajo tierra.
“Pienso en los que venían junto a mí que ojalá estén bien”.
“Que no le haya pasado nada”, dice De los Santos.
No se le permite ver televisión, ya que en el centro de salud no hay, ni familiares ni médicos han querido comunicar que 9 de sus parientes murieron en el accidente y 12 resultaron heridos.
Desconcertados por la tragedia, los demás integrantes de la familia De los Santos clamaban por “justicia”.
Todos, adultos, niños, niñas, adolescentes, reunidos en el patio de una  vetusta casa, en el sector “Los Chichiguaos” del municipio de Sánchez en la Provincia Santa Bárbara de Samaná hablan de la tragedia.
 “Esto es algo que uno no haya la manera de cómo describirlo”.
“Esto duele mucho cuando se pierde un ser querido”, atribulado opina el obrero Humberto de los Santos, cuya única hija, Yodalis Capoi, de 22 años, embarazada de 7 meses, quien perdió la vida cuando recibía atenciones en el Hospital Antonio Yapour Heded del municipio de Nagua Provincia María Trinidad Sánchez.
En total, 5 de los accidentados estaban hospitalizados en Nagua; 2 en el hospital provincial y 3 en la clínica privada La Unión.
De estos, son 2 menores de edad que están en Cuidados Intensivos.
Los demás, fueron trasladados al Hospital San Vicente de Paúl en San Francisco de Macorís y los restantes al traumatológico profesor Juan Bosch en La Vega.

Un sacrilegio.
Entrar al Hospital doctor Antonio Yapour Heded perteneciente al municipio de Nagua es un verdadero desastre.

Este. al igual que otros, en la actualidad está sometidos desde hace años a un proceso de reparación, trabajos que al decir de los lugares nunca se terminan, representando un “sacrilegio”.

Esa odiosa práctica es “normal” en la actual gestión de la ministra de Salud Pública, la gremialista Altagracia Guzmán Marcelino ya que comienzan a romper paredes y los trabajos nunca terminan.

Muestra es que en el Hospital Antonio Yapour Heded donde nada allí sirva para atender a los pacientes que ingresan con dolencias corporales.

Solo la titánica labor de unos consagrados médicos, enfermeras y personal de apoyo es lo que hay, quienes ejercen una labor a manos “pelada” y arriesgándose a enfermarse.

Aquí no hay ni siquiera equipos de tomografía y Rayos X.

Esto, sumado al desastre y obstáculos del entorno.

Entrar al centro sano y salir enfermo es una realidad.

Es como dice el sport publicitario: “Entra a Nagua si quiere y sal si puedes”.

Problema no se corrige:

A pesar de la segunda tragedia que en un año ha ocasionado la muerte a 32 personas en dos accidentes, sin embargo transitar por esa vía es una especie de “odisea” donde nadie respeta a nadie.
Por esa carretera es normal la circulación de vehículos pesados recorriendo la vía a velocidades temerarias, a pesar que por la misma se desplazan vehículos pequeños.
La convirtió en hierro retorcidos al camión que transportaba a 30 religiosos, donde 18 de ellos murieron destrozados.
Fuera de peligro.
Un total de 9 personas que permanecen ingresadas en los hospitales San Vicente de Paúl, de San Francisco de Macorís, en el Antonio Yapour, de Nagua y en el traumatológico profesor Juan Bosch ubicado en La Vega son atendidos por especialistas.
El grupo ha ido evolucionando satisfactoriamente.
En Sánchez las autoridades y los concejales en el Ayuntamiento declararon 3 días de duelo y suspendió todas las actividades festivas por ese tiempo.
Ante la conmoción que ha causado en este municipio el fallecimiento de 18 personas la gente anda asombrada.
LA AMET.
La Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) determinó que el choque se debió a que el chofer la patana estaba borracho e invadió el carril contrario, e impactó al vehículo que transportaba al grupo de cristianos evangélicos que retornaban de un culto.
El vocero de la entidad, Diego Pesqueira, dijo que esa conclusión fue establecida por los técnicos que hicieron el informe preliminar del suceso.

Indicó que el conductor del vehículo identificado como Ronald Liriano, será sometido a la justicia, a través del Tribunal de Tránsito, cuando su estado de salud así lo permita.

Pesqueira precisó que la colisión se produjo en el tramo carretero Sánchez-Nagua a las 10:30 de la noche del pasado sábado.

Liriano, quien en primer momento fue llevado al hospital de Nagua, fue trasladado al San Vicente de Paúl, en San Francisco de Macorís.

Reacciones de sindicalistas:

Dirigentes de Sindicatos de Camioneros de la Región del Cibao consideran que las autoridades competentes regular a las personas que califiquen para conducir patanas.

Algunos dicen que hay sindicatos que reclutan a jóvenes entre 25 a 30 años de edad para guiar estos aparatos sin tener ningún tipo de experiencia.


“Esos muchachos tienen una licencia normal de conducir y van a la Dirección de Tránsito, se examinan, la cambian de categoría, se presentan a algunos sindicatos y de inmediato los admiten y es ahí donde se producen tantas desgracias” dijeron dirigentes gremiales.

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