Día del trabajo infantil.

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Por Marcelo Peralta
El 12 de junio es el Día dedicado al rechazo a evitar que millares de niños y niñas realicen trabajos que arriesguen sus vidas.
Cada vez que llega esta fecha surgen las voces y los insípidos políticos creen saber todo escribiendo en medios de comunicación para confundir más al pueblo.
Se sabe que la protección social es un derecho humano.
Sólidamente esta protección es justificada desde el punto de vista económico y social, sin embargo, mínimo es el porcentaje de autoridades que esto les interesa.
La protección social permite el acceso a la educación, la salud, nutrición, buen desempeña hacia un papel fundamental en la lucha contra el trabajo infantil.
Siempre hay voces agoreras que fijan posiciones relacionado al Día del Trabajo Infantil centrando la atención pública para mantener a los niños alejados del trabajo infantil.
Los conceptos emitidos por esos políticos no es otra cosa que mantenerse en la palestra figureando y solo es mucha “espuma y poco chocolate”, ya que transcurrida las 24 horas todo se olvida.
Cada año se pone de relieve la necesidad de trabajo decente y seguro para los niños, educación gratis y de calidad, protección social, pero a los pocos días se desvanece.
Hay trabajos que privan a los niños de su infancia.
Se trata de actividades perjudiciales para su salud física y mental, por lo cual impiden su adecuado desarrollo.
Hay trabajo que difíciles, exigentes, peligrosos y reprobables desde el punto de vista ético que los menores y adolescentes no deberían realizar.
En el marco de su trabajo, los niños realizan una gama muy amplia de tareas y actividades en busca de recursos económicos para ayudar a sus padres en los quehaceres de los hogares.

No todas las tareas realizadas por los niños deben clasificarse como trabajo infantil que ocasionen riesgos y que haya la necesidad de eliminar.
La participación de los niños y los adolescentes en trabajos que no atentan contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren con su escolarización se considera positiva.
Hay que citar la ayuda que prestan a sus padres en el hogar, la colaboración en un negocio familiar, tareas que realizan fuera del horario escolar y en las vacaciones para ganar dinero de bolsillo.
Este tipo de actividades son provechosas para el desarrollo de los pequeños y el bienestar de la familia ya que les proporcionan calificaciones, experiencia y les ayuda a prepararse para ser miembros productivos de la sociedad en la edad adulta.
El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su potencial y su dignidad, que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. 
A los niños y adolescentes de hoy que procuren aceptar trabajo por recomendaciones de sus padres que no sean lesivos a su edad.
Bueno es recordar que la Conferencia de Ámsterdam de 1997 sobre la lucha contra las formas más intolerables del trabajo infantil y la realizada en Oslo sobre el Trabajo Infantil de 1997, señalaron la atención a la urgente necesidad de una acción mundial concertada para poner fin al trabajo infantil.
Todo ha quedado en el mismo escenario donde se trato el tema en plasmado en el papel donde se transcribió.

¿Y entonces?.

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