Muere “General Larguito” leyenda del merengue típico.

General Larguito.
Tenía 69 años de edad.

Por Marcelo Peralta.marceloperalta2016@hotmail.com

Santiago, R.D.- El que fuera un ícono de la música típica “El General Larguito” ha muerto en medio de la mas espantosa miseria, soledad, pobreza, abandono, dejando a su familia sin hogar propio y arropado por las deudas. 


El merenguero de música típica, Tomás Santana de la Cruz- “El General Larguito”
Tomás Santana de la Cruz, nació 7 de marzo de 1947 en la comunidad Vuelta Larga, municipio de Imbert Provincia Puerto Plata al Norte del país y desde muy joven sus familiares se trasladaron a Gaspar Hernández, perteneciente a la provincia Presidente Ulises Francisco Espaillat.

Desde ahí sus familiares se trasladaron a la sección Ranchadero, municipio de Guayubín, provincia de Montecristi, adquiriendo realza en la música típica.
Su vida transcurrió en medio de ataque de la manera más inmisericorde y con una anatomía frágil y vicisitudes extremas, como le ha sucedido al General Larguito, en los años de reflujo de su carrera musical. 
Era una figura quijotesca en versión desmejorada y arrastrando su miseria con orgullo vive olvidado en el el barrio El Ingenio del sector Cienfuegos en Santiago.

Tomás Santana de la Cruz, quien hizo fama en el ámbito artístico con el nombre del General Larguito, autor de más de 100 merengues, algunos de los cuales se convirtieron en verdaderos clásicos de la música típica dominicana, como “La mala maña” y “Navidad sin mi Madre”.

Murió abatido por problemas pulmonares, el merenguero Tomás Santana Cruz, de 69 años el intérprete de música típica y autor  de temas de la dura realidad que enfrentan personas al perder sus madres.

Desde el mes de diciembre venía padeciendo deshidratación, anemia crónica, afecciones pulmonares e internado en condiciones delicadas y su salud se deterioró bastante, luego de amenizar fiestas durante en mes en la ciudad de Bávaro, provincia La Altagracia en el Este del país, teniendo que ser necesario internarlo en la clínica Taveras, ubicada en el sector Ensanche Libertad en Santiago donde tenía su domicilio.
El deceso del “General Larguito” enluta a la clase artística nacional, donde duró más de 50 años alegrando a miles de personas de los estratos sociales. 

Su deceso se produjo en el una pensión no acta para seres humano de la estirpe de su investidura quien fuera gloria de la música típica.

Había estado internado en una clínica del ensanche Libertad de aquí y luego ingresado al Hospital Docente Presidente Rafael Estrella Ureña del Instituto Dominicano de Seguros Sociales-IDSS- ubicado en la calle General José María Imbert en el sector Gurabito frente al Estadio Cibao al Norte de Santiago.

Debido a la permanencia de diarrea, vomito y deshidratación, fue ingresado a la clínica doctor Cruz Jiminian en la ciudad de Santo Domingo donde permaneció por varios dias.

Al observarse una notable mejoría fue entregado a sus familiares, donde este lunes dio sus últimos respiro dejando numerosas deudas económicas por honorarios médicos.

S hija Eusebia Santana, dijo que su padre es velado en la Funeraria del Instituto Nacional de Auxilios y Viviendas- SAVICA- situada en la calle Enriquillo, en la periferia del Hospital Docente para Niños y Niñas, doctor Arturo Grullón Julia en el sector Pueblo Nuevo, cerca del estadio de beisbol del Cibao, hogar de Las Águilas. 

El sepelio será este martes a las  11 de la mañana el Cementerio del sector El Ingenio en la parte Noroeste de la ciudad de Santiago.

El General Larguito fue el autor que popularizó los temas de su autoría “La Chiflera”, “Navidad sin mi Madre”, “A sobar el Pompo”, “La Mala Maña”, “El Mangrina”, “El cuento Comparón” y  otros que con su muerte deja un gran vacío, ya que era de una generación muy completa en este oficio.

Aunque no estudió mucho, solo hizo el tercer curso de primeria en la época del presidente tirano Rafael Leónidas Trujillo donde era obligatorio ir a las clases, sin embargo, a pesar de ser un iletrado fue compositor, arreglista y vocalista, donde tocaba varios instrumentos como el piano, guitarra, bajo y acordeón. 
Tenía más de medio siglo tocando y componiendo música y vivió en una miseria extrema, donde en ocasiones salía a las calles a pedir limosna y recibía  una pensión del Ministerio de Cultura por valor de 30 mil pesos al mes.

Otros 10 mil pesos cada tres meses por Derecho de Autor, a través de la Sociedad General de Autores, Compositores y Editores Dominicanos de Música y, además, recibía 5 mil pesos mensuales de la misma entidad. 

A la hora de morir, el sobresaliente músico vivía en una pensión del barrio El Ingenio, sector Cienfuegos, al Noroeste de la ciudad de Santiago hacia donde emigró desde el poblado Imbert, Provincia Puerto Plata, al Norte del país, alegando que allí, “no había vida” por la falta de actividades productivas.
Estaba casado con Doña Celeste Trejo.

Durante estuvo internado pedía a los músicos amigos ayudas económicas para resolver los honorarios médicos.

En una ocasión músicos típicos fueron solidarios y lo ayudaron entre ellos El Prodigio, Fefita, Raulín Rodríguez, Anthony Santos, El Chaval, Luis Vargas, José el Calvo, Pedrito Reynoso, Los Toros Band, Raffy Matías, La Artillería y otros.


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