Mi adiós al amigo, colega y camarada Félix González


Félix Jacinto Bretón
Por Félix Jacinto Breton

El pasado domingo -6 de diciembre- cuando el Astro Rey ocultaba en lontananza sus últimos rayos para dar paso a las penumbras de la noche, nosotros despedíamos en el cementerio de Montecristi a quien fuera una de las más conspicuas figuras de la comunicación –sobre todo del periodismo- que tenía la Línea Noroeste: A Félix González.


    
El corazón del querido y fraternal  amigo, colega y camarada dejó de latir y sus ojos se cerraron  para siempre el sábado -al caer la tarde- luego de casi un año y medio en cama tras sufrir un ACV, es decir un accidente cerebro-vascular.
    
Fue una larga agonía para él pues tenía poca movilidad en sus extremidades. Solo Dios y sus familiares cercanos -encabezados por su esposa Doña Chana y sus hijas- saben de los padecimientos y de las angustias que debieron de pasar durante todo este trayecto.
    
La noticia sobre el deceso de Félix me la transmitió -en la noche del sábado- el inquieto periodista Marcelo Peralta, uno de los pocos que se mantuvo desde un principio al lado de la familia.
    
Marcelo no solo se comunicó conmigo para ponernos al tanto de esto, sino también con otros muchos colegas de la región y el país e incluso algunos que están en los Estados Unidos, además de  dirigentes del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y del IPPP, entre ellos Aurelio Henríquez y Mercedes Castillo.



ERA ACTIVISTA PRO CUBA



En nuestro caso particular, viaje  a Montecristi el domingo pues no podía quedarme sin participar de las honras fúnebres de nuestro “camarada” -como nos decíamos-. Hace tiempo que entre ambos había nacido una amistad cercana, la cual se afianzó cuando Félix se convirtió en un dinámico activista de la solidaridad con la Patria de Martí en la ciudad noroestana.
   
Fue un dirigente destacado del Comité de Amigos de Cuba allí.  Cada 25 de marzo -cuando se cumple un aniversario de la Firma del Manifiesto de Montecristi- estaba en la calle las 24 horas, organizando y buscando apoyo para los actos que se celebran para la fecha en la ciudad del Morro.



ME SENTIA RESPALDADO



Mientras que yo -cada vez que visitaba la zona ya fuera a vacacionar o a hacer alguna diligencia- una de las primeras personas a quien llamaba -cuando pisaba suelo montecristeno- era a este amigo y colega ya fuera para un saludo o para dejarle saber que estaba en su pueblo porque, con él, me sentía respaldado.
   
 Por eso su accidente cerebro-vascular, su posterior agonía y su fallecimiento -el sábado- me tocaron las fibras sensibles del corazón y confieso que todavía no acabo de reponerme totalmente. Como que no lo figuro muerto.
    
Esto, a pesar de que acudí a su velatorio y posterior entierro el domingo pasado junto a Marcelo Peralta. Deseché otro compromiso que tenía por delante, ese día, para ir a Montecristi a solidarizarme con la familia y rendirle homenaje a este titán del periodismo noroestano.



MUCHOS COLEGAS



Pasamos el día entero en el velatorio. Allá nos encontramos con Leoncio Peralta, coordinador del Listín Diario en Santiago. Félix sirvió como corresponsal durante muchos años para ese periódico desde su ciudad.
    
Otros comunicadores que vi ese día allá fueron Lucrecia Cabreja, periodista de larga data; José Manuel Castillo, Ray Cadet, Alberto José, Rafael Metz, Samuel Jiménez Suero y Humberto Morel Estévez. Cuando el cortejo iba  camino al cementerio, tras un oficio religioso en la Parroquia de Montecristi, se agregó Olivo de León, máximo dirigente del CDP a nivel nacional.`



INGRATA PROFESION



La del periodismo diría que es una de las profesiones más apasionantes que hay en el mundo. Pero, también, quizás sea una de las más ingratas. Por qué digo esto?: Pocos políticos y funcionarios vimos participando de las honras fúnebres de Félix González.
    
Muchos que durante su largo y aquilatado ejercicio periodístico de seguro promocionó y proyectó  a través de los medios para los que laboraba, ni siquiera la cara se dejaron ver, por lo menos en esos momentos en lo que permanecí allá. 
    
Durante el velatorio, uno de los pocos que acudió a expresarle solidaridad a la familia  fue el ingeniero Héctor Rodríguez Pimentel, aunque fueron minutos lo que permaneció en el lugar.  Ah, debo  de decir -en honor a la verdad- que  en la iglesia estuvo la concejal Seneida Sigollen, en representación de la alcaldía supongo.



EN LA IGLESIA Y EL CEMENTERIO



 En la parroquia  San Fernando hubo  una celebración de la Palabra a cargo de Francisco Tejada (Pancho). Allí los periodistas presentes montamos ‘guardia de honor’  entre ellos el autor de esta Trinchera, Jiménez Suero, Rafael Metz, Ray Cadet, el activista cultural Chio Villalona y Claudio Tavárez Belliard,  dirigente del Comité de Solidaridad con Cuba en la región.
    
Ya las horas del día morían cuando el cortejo salió hacia el camposanto. Antes de darle  sepultura definitiva, hubo una ceremonia en la que este servidor y Olivo de León pronunciaron vibrantes palabras.    También hubo un ritual de los Masones de Montecristi, a los  que Félix pertenecía. 
    
Uno siempre aprende algo nuevo. No había visto un ritual de los odfelos. Hubo un momento en que  dieron tres vueltas alrededor del ataúd -donde estaban los restos de Félix- y luego echaron un puño de tierra sobre el mismo con la expresión “hasta que  nos toque”.



SOLIDARIDAD CON LA FAMILIA



En cuanto a mis palabras, destaque básicamente la calidad humana y profesional del colega y camarada y sobre el valioso apoyo que brindó a la solidaridad con Cuba.      Dije que Montecristi, el  Noroeste y el país -con su partida- perdían a uno de sus mejores periodistas.
    
Ratifique –como lo he hecho desde el principio- nuestra solidaridad plena, autentica y fiel a Yanerys (Chana) Cabrera, su hoy viuda,  a  sus hijas  Chanife, Chanely y Yanna, así como a los demás familiares.
    
Que en paz descanse su alma. Gloria eterna colega, amigo y camarada ¡seguimos en combate hasta la victoria siempre!
   

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