Hoy es el “Día de la Niña” y hay que trabajar con visión para una vida digna.

Por Marcelo Peralta
Este año 2015, en el que la comunidad internacional valora los progresos del Milenio marca un cruce de caminos generacional en que las niñas nacidas en esta época son ya adolescentes y las que vienen serán las del 2030.
En este sentido, hay que reflexionar para romper la transmisión intergeneracional de la pobreza, violencia, exclusión, discriminación por resultados equitativos y sostenibles.
Las mujeres tienen derecho a una vida instruida, segura y sana, no sólo en sus críticos años de la adolescencia, sino más todavía, en su madurez.
Si se les apoya en sus años de adolescencia, las mujeres tienen el poder de cambiar el mundo, las niñas empoderadas, las trabajadoras ser más eficientes, las madres serán mejores,  crecerá la cantidad de empresarias, aumentarán las mentoras, cabezas de familia y las líderes políticos que se proyectarán para el mañana.
El Estado dominicano por ejemplo, debe hacer una inversión en el poder de las niñas manteniendo sus derechos lo que daría un futuro más equitativo y próspero y conllevaría a que participe en la resolución de los conflictos políticos, el crecimiento económico, la prevención de enfermedades y la sostenibilidad nacional.
En los últimos años, en la mujer dominicana ha habido hecho importantes de progresos en mejorar la calidad de vida muchas desde niñas tuvieron más posibilidades de ir a la escuela primaria, recibir vacunas vitales, sufrir menos por desnutrición y nutricionales que en las generaciones anteriores.
Pero, creemos que no se ha invertido lo suficiente en corregir los retos frente a las niñas cuando entran en la segunda fase de sus vidas quizás por descuido del mismo Estado ante las imposibilidades económicas y  capacidades de sus  madres y madres.
En cambio, otras, al parecer en similares ocasiones no llegaron a una educación de calidad, porque cayeron en el matrimonio infantil, sin recibir información, ni servicios relacionados con la pubertad, la salud reproductiva, quedando embarazas en ocasiones no deseados, las enfermedades de transmisión sexual y la violencia de género, y ahí truncaron sus vidas.
Motivado a ello, es recomendable hoy en el “Día la Niña” especialmente las dominicanas se impone que se trabaje con visión en que interlocutores sociales están llamados a poner empeño en el centro de los esfuerzos del desarrollo sostenible, con iniciativas claves para el presente y el porvenir de estos seres humanos en desarrollo.
Desde prensaglobaldigital creemos  impostergable un mayor esfuerzo entre Estado Dominicano y padres de familias hacer mayores inversiones, y lo ha demostrado el presidente Danilo Medina con la construcción de edificaciones de caras a una educación de calidad, formación, capacitación, acceso a la tecnología e iniciativas que preparen las niñas para la vida, el trabajo y el liderazgo.
Es plausible y emular ese interés del jefe de Estado que ha diseñado programas en educación, busca que haya salud, nutrición adecuada en sus años de adolescencia y hay que educar a esas niñas sobre la educación, la pubertad, la higiene menstrual, la salud reproductiva, sexual y reduciendo de que niñas estén pariendo y criando “niñas”.
Desde las esferas estatales y privadas hay que rechazar de “cuajo” la violencia física, mental y sexual y que no se permita bajo ningún concepto.
En esta ocasión y las provenir hay que habilitar mecanismos sociales, económicos y políticos que combatan el matrimonio infantil y la mutilación genital.
Tenemos que crear espacios púbicos para el debate cívico y político, la creatividad, la mejora del talento y promover legislaciones y políticas de género en todas las áreas, a favor de las adolescentes discapacitadas, vulnerables, marginadas y víctimas del tráfico y la trata humana.
El 19 de diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 66-170 para que fuera hoy 11 octubre de cada año el Día Internacional de la Niña, reconociendo sus derechos e evaluando los desafíos que confrontan las niñas de todo el mundo y especial en República Dominicana.


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