Voces y ecos.Así hablará el Presidente

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RAFAEL  PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com

Compañeros y compañeras:
Los acontecimientos ocurridos en nuestro país a partir del 19 de abril, ocasión en que se reunió el glorioso  comité político del Partido de la Liberación Dominicana,  han cambiado radicalmente el panorama, hasta tal punto que muchos contemplan  con justificado asombro, los hechos de los que da cuenta la prensa.

Me veo en la necesidad de dirigirme a ustedes atendiendo a que muchos lo esperaban. He padecido con  estoicismo las críticas de algunos sectores inconformes con una  presunta mudez que me atribuyen. Quienes  me imputan tal condición, quizá parten de que yo he dicho que el silencio me ha dado buenos resultados.

Cuando  asumí,  el 16 de agosto de 2012,  la presidencia de la República, juré  por una Constitución  que impedía la repostulación del  primer mandatario, conforme lo establece  el artículo 124.  En ninguna parte he dicho que aspiraba a mantenerme en el solio presidencial más allá del 16 de agosto de 2016.

El  cambio en la dirección de los vientos ha incluido  una reforma del texto constitucional que sí da opción al actual jefe del Estado a sucederse a sí mismo, sin transgredir norma alguna y sin  menoscabo de nuestro orden institucional, pues  el arreglo a la Ley Sustantiva ha sido una pura expresión de la independencia de los poderes  del  Estado.

Dado que el apreciado compañero  Leonel Fernández, quien era  el candidato natural a la presidencia por nuestro partido, ha preferido posponer sus aspiraciones, y lo mismo han hecho los demás precandidatos, me parecen dadas las  condiciones para  que quien les habla pondere la posibilidad de aceptar lo que muchos compañeros están sugiriendo.

Si lo hiciera, estaría en oposición con mis intenciones y con lo que he prometido a mi familia. Pero ¿qué puede hacer un hombre que ha escogido como misión servir al pueblo? La continuidad del PLD en el gobierno   resulta un reclamo general, prueba de ello es lo que pasó en el Congreso Nacional para que se aprobara la   enmienda a la Constitución.

La reforma, en la que nada ha tenido que ver el Poder Ejecutivo,   ha resultado de un concurso de voluntades por parte de legisladores  y líderes de todas las  organizaciones políticas, exceptuando  la oposición de un grupo que en  ejercicio de la democracia   que disfrutamos, prefirió una  posición diferente.


Comparezco ante los medios de comunicación, para expresarle al pueblo dominicano que en lo que respecta a la conducción de los destinos nacionales, a partir de 2016, lo más importante no es que yo quiera o no quiera, sino que, parafraseando al Nazareno: “No se haga mi voluntad, sino la del pueblo dominicano”. 

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