Muere un hombre de bien y religioso.

Con la muerte de Octaviano Aguilera, luchador por mejores condiciones en Palmarejo se pierde a un trabajador y hombre de fe.
Por Marcelo PeraltaSantiago Rodríguez, R.D.- Desde la aurora hasta que se ocultaba el Sol, don Octaviano Aguilera era un hombre de acción en su comunidad Palmarejo, sin embargo, la ley de la naturaleza se encargo de llevárselo a la otra vida.

Con su partida a destiempo la comunidad por la que lucho construyendo acueductos por sistema simple de llevar agua por gravedad desde zonas muy apartadas.

Octaviano Aguilera era un abanderado por el desarrollo de Palmarejo, La Lima, Maguana y otras zonas muy apartadas de lo urbano y de difícil acceso vía terrestre.

Joven y con fuerza, hacia actividades procurando dinero para comprar las tuberías y mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos.

A dar la despedida final asistió el Obispo de la Diócesis Mao-Montecristi, su Eminencia Reverendísima, Monseñor  Diomedes Espinal, sacerdotes, diáconos, Presidentes de Asamblea, monjas y comunitarios.






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