Los desastres de las empresas mineras catastróficas.

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Pierre Beucage.
Especial para prensaglobaldigital.
Por más de 30 años en la Sierra Norte de Puebla con organizaciones como El Taller de Tradición Oral, del municipio de Cuetzalan y con hombres y mujeres nahuas sobre temas como las plantas medicinales, la lengua nahuatl, la música de xochipitzauat y cosmovisión, entre otros.
En su visita a la Sierra Norte de Puebla, nos compartió su opinión y experiencia sobre la minería a cielo abierto en su país. En esta charla, el además hablante de lengua nahuat nombra “desastres anunciados” a las catástrofes ocurridas en julio del año 2014 en Canadá y México; el primero fue el derrame de la empresa International Metals en el Valle del Río Fraser, y el segundo ocurrió una semana más tarde, cuando hubo una catástrofe en Sonora, donde la empresa Grupo México derramó cianuro en el Río Sonora.
El contexto histórico
En este diálogo, Pierre comienza compartiendo cuál es el contexto histórico de Canadá, que actualmente es uno de los países más atractivos para la extracción de minerales y es también el país con mayor superficie concesionada de México y  la Sierra Norte de Puebla, para que sus empresas extraigan minerales.
Canadá fue un país agrícola, luego fue potencialmente industrial y desde hace cuarenta años inicia un proceso de desindustrialización. 
En 1950 el 25% de la población era asalariada gracias a la actividad industrial, ahora sólo el 12% de la población es asalariada.
 En palabras de Pierre, esto ocurrió porque al igual que México, Canadá aceptó la división internacional del trabajo, aceptó dedicarse a la producción de materias primas. 
Es decir, en la actualidad, las actividades más lucrativas como las industriales, fueron acaparadas por los países dominantes en Asia, Canadá y México, entre otros, limitándose a producir materias primas. 
“Nosotros les enviamos los minerales y ellos hacen las computadoras y autos”.
Con la decisión de entrar al Tratado de Libre Comercio (TLC), a principios de los años noventa, Canadá comenzó a cerrar fábricas porque Japón había reemplazado a América del Norte como principal proveedor de los países de Europa. De igual manera, Asia desarrolló un mercado interno y dejó de comprar a Estados Unidos.
Pierre comenta que en Canadá cerraron las fábricas y compraron productos estadounidenses. Con el TLC, México se industrializó en un primer momento con las maquiladoras pero a partir del 2000, las éstas se fueron a Asia porque ahora es el continente con mayor potencia, siendo China el país más industrializado y primer comprador de materias primas.
Ahora bien, en todo este contexto, la minería en Canadá se potencializó desde que Estados Unidos durante la segunda guerra mundial comenzó a hacer exploraciones en su país vecino, ya que las materias que extraía de Brasil eran ya insuficientes.
 Encontraron hierro, asbesto, oro y empieza a desarrollarse la industria minera, modificando inmediatamente leyes que favorecieran la actividad minera. 
Dichas leyes se hicieron para acorralar a los pueblos indígenas en sitios pequeños, dejando así grandes extensiones de territorio para la extracción minera.
En palabras de Pierre, “sin rifles”,  el gobierno otorgaba “apoyos” por ir a vivir a un solo lugar. Esta amarga experiencia tiene vigencia en México, particularmente en el caso de las Ciudades Rurales, proyecto con el cual el gobierno pretende desalojar a los pueblos indígenas de sus territorios y “dotarlos de servicios” como escuelas, hospitales y centros comerciales, siempre y cuando se compacten en “ciudades” y dejen sus tierras.
El saqueo en el territorio propio.
Canadá y México son países con regulaciones legales de los más favorables para las empresas mineras. Canadá establece que el uso minero es el primer uso del suelo y tiene prioridad sobre cualquier otro uso. 
Los canadienses no lo sabían hasta que empiezan a llegar a sus casas empresas buscando gas en sus territorios, empresas que ya eran propietarias de territorios aunque indemnizaban a los anteriores dueños. Se presentan como empresas sustentables, que dan fondos para la cultura y la reforestación. 
En este sentido Pierre Beaucage menciona que el tipo de saqueo es el mismo en ambos países, aunque en su opinión, la movilización es mayor en México.
“Desastres anunciados” de la International Metals y Grupo México.
Después de analizar el contexto histórico bajo el cual Canadá y México anuncian desastres que afectan a la población sobre todo indígena, el diálogo con Pierre Beaucage giró en torno a dos hechos que ocurrieron en julio del 2014 en cada país. 
Sobre todo, nos contó la experiencia en torno a la minería en Canadá, país que tiene concesionada el 73% del total de la superficie otorgada a empresas mineras en la Sierra Norte de Puebla.
La empresa International Metals que tiene una mina de oro a cielo abierto con un poco de cobre en el noroeste de Canadá, en Columbia Británica, es reflejo del saqueo a costa de la vida de la población indígena y no indígena de los pueblos que se alimentan del Río Fraser en esta región. 
Pierre describe el proceso que conocemos como minería a cielo abierto, en donde en camiones de diez toneladas llevan piedras para molerlas y hacerlas polvo y con una gran cantidad de agua los ponen a centrifugar con grandes maquinas. 
El 99 % del material que es escoria lo mandan en montañas de desechos. Para limpiarlo se lava con cianuro y mercurio, dos sustancias demasiado tóxicas.
Todos los desechos se guardan en una presa de jales, en el cual el gobierno les permite enviar 15 mil toneladas de agua al año, dicen que los barros tóxicos se quedan ahí y luego el agua se evapora y al año siguiente pueden almacenar otras 15 mil toneladas. 
Ahora bien, ¿Qué pasa el 25 de julio pasado? En Canadá en las noticas se difundió  que había un derrame tóxico en Columbia Británica en una vertiente del Río Fraser, en el Lago Likely. 
Hay 16 pueblos indígenas que viven del Río Fraser, de la pesca del salmón que sube por el río un mes y medio al año, en julio, comienzan a subir 3 millones de salmones. Los pueblos tienen permisos para pescar una parte y dejar otra para la reproducción. 
Pero ese año, mientras subían los salmones, bajaban 9 mil toneladas de agua con cianuro y sodio.
Lo que pasó es que la empresa rebazó la cantidad de agua que podía depositar, el permiso era de 15 mil toneladas, pero el año pasado, debido al alto costo del oro, almacenaron 40 mil toneladas. 
Pusieron a trabajar la mina los tres turnos, sacaron más oro y produjeron más escoria y más agua sucia. Todo esto debido a que el precio del oro subió de 1200 a 1800 dólares la onza.
 Aunque el gobierno advirtió que no iba a aguantar el jale, la empresa depositó algunas toneladas de tierra al jale para reforzarlo pero con los aguaceros se rompió y se fueron 9 mil toneladas de agua hasta que lograron detener el derrame.
Los intereses creados.
Un periodista, visitó pueblos alrededor de la mina durante esos días que el gobierno estaba de vacaciones y no pudo censurar las notas. Resulta que la mina daba trabajo a las personas y activaba el comercio, el hombre pudo registrar a personas diciendo que si cierran la mina, cerraban su tienda, incluso los carpinteros decían que se quedarían sin trabajo.
En Canadá, los recursos naturales son administrados por cada jurisdicción pero la exportación está a cargo del gobierno federal. 
La primera ministra de Columbia Británica es la que manda sobre los recursos naturales de dicha jurisdicción y una vez que supieron del desastre, salió en la televisión junto con los curanderos de los pueblos indígenas de dicha región haciendo un ritual para curar el río Fraser que según decía, estaba enfermo por lo que salía de su hijo, el río Likely.
 Pierre comenta que incluso la primera ministra se adornó con plumas, pinturas e incienso al lado de los curanderos limpiando a un río que no estaba enfermo, sino que había sido envenenado.  Mientras los salmones seguían subiendo, el lago Likey mantuvo el resto del agua contaminada.
Pierre Beaucage comenta cuando compara este desastre con el ocurrido una semana después en México por la empresa Grupo México: “Yo reflexioné sobre el caso con México, en Canadá no había información, en México hubo mucha información en los medios sobre Grupo México. Acá actuaron inmediatamente para que no escapara más agua, en México no actuaron. 
En ambos países dicen que no se alarme la población, eso sí, les advierten que no tomen el agua, en Canadá llevan agua embotellada, en México tiraban la leche de las vacas, pero eso sí, todos dicen que no pasa nada”.
Beaucage compara que en México existen movimientos regionales capaces de detener la instalación de minas e hidroeléctricas, mientras en Columbia Británica hay un movimiento contra el gas pero no están articulados con los indígenas, cada uno lucha en su zona.
 Menciona que las empresas son iguales en los dos países, los gobiernos son iguales en los dos países, quizás sean más astutos los de Canadá que actuaron rápido, callaron televisiones y los medios. 
“Para mí la gran lección es la importancia de tener a nivel nacional organizaciones capaces de actuar cuando esto pase y denunciar, sobre todo para impedir la implantación de empresas mineras que una vez que se instalan no los puedes sacar. 
Una vez que llegan hay intereses creados, el comerciante ya tiene su interés, el trabajador quiere mantener su chamba, el diputado o el preseidente municipal también ocupa un puesto gracias a su apoyo a una mina, así que a todos les conviene decir que está bien, aunque después tengan catástrofes como esta”.
La mina no es buena, no hay que esperar a que lleguen para movilizarse. 
Por eso es un desastre anunciado, sea por los derrames o por la contaminación de las aguas, te quedas con un terruño desastrado como indígena. El saqueo es el mismo en ambos países.

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