Junior Polanco y Aridis Leclerc: Amor eterno.

La pareja en busca de una nueva ntapa.
Por Marcelo Peralta y Juan Pablo Bourdierd,
San Ignacio de Sabaneta, Santiagon Rodriguez, R.D.- Los hombres devotos encuentran mujeres que tengan una fuerte relación con Dios y que vivan de acuerdo a las leyes de la Biblia. 

Esos mismos hombres religiosos exigen características específicas en una mujer antes de considerar tener una relación comprometida con ella. 

El devoto no frecuenta sitios para conocer gente como bares y discotecas, sino que están  en iglesias y eventos orientados a la familia, en lugares de buenos hábitos, culturas y de sentimientos nobles.

Rafael Emilio Polanco Gómez ha jurado amor eterno con su esposa Aridis Leclerc Gómez, tras entender que es su pareja ideal.

La religión es la que nos da a conocer a Dios y al saber lo poderoso que es nuestro Padre Celestial, es imposible que lo dejemos de amar.
Meditar, en filosofía, es regresar de lo familiar y afrontar lo real.
Varias cosas necesita el hombre para ser feliz en la vida.
“Entre ellas recibir la bendición de Dios”.
Tener seres humanos a su alrededor que lo quieran y que lo respeten”.
Pero, también, ese respeto hay que ganárselo.
Recibir el premio de una compañera sentimental honesta, trabajadora, formada, sincera, responsable, leer libros instructivos, entre otras cualidades.
Polanco Gómez y Gómez Leclerc, han procreados dos hijos habilidosos, estudiosos e inclinados, en la actualidad al deporte y al modelaje.

Es lo que parece, que su orientación los llevan, aunque ambos son menores de edad a esa dos disciplinas.

Polanco Gómez es un hombre de firmeza espiritual, hábitos que provienen del seno familiar.

Sencillo, humilde, servicial, solidario, comprometido con las costumbres de valor, la seriedad, la firmeza, madurez y el ámbito de la vida.

La persistencia y trabajo duro han sido su norte, porque lo aprendió desde su niñez de todas las personas que conformaban su hogar materno.

Ha tenido una dura vida, ya que siempre ha vivido del trabajo honesto.

Y de tal palo, tal astilla, este don que aprendió en el hogar, se lo ha enseñado a su hijo e hijas.

Es un hombre de ‘Cultura y de trabajo”.

Maestro de Educación Física y gerente de un gimnasio.

“Es una universidad humana”.

Nació, se crió, se formó, está y estará dentro de la Religión Católica.

Asume con gozo, respeto, alegría, su compromiso social y religioso en todos sus ámbitos.

Siempre camina en silencio, sin detenerse en su fe.

Ande por las calles aminado, inspirado y cada día, y en todos sus pasos, agradece a Dios su inspiración religiosa.

Su esposa Aridis Leclcerc, mujer de fe y consagrada en la Religión Católica aprendida desde el hogar paterno y materno.

Para ella le Religión Católica es una visión instruida por sus padres Don Pedro Gómez y Doña Ramona Leclerc, y que es una realidad, porque se la enseñaron desde temprana edad.

Y dice que la religión es amor, ya que es la que “nos da a conocer a Dios” sobre todas las cosas.

  







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