¿Hasta cuándo?

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Por Marcelo Peralta

Hasta cuándo el país va a seguir soportando tantas censuras internacionales.
Nos vapulen los haitianos, los canadienses, organismos de Estados Unidos, los traicioneros dominicanos y todo cualquiera que quiera enlodarnos.
Estados Unidos cree que República Dominicana es un estercolero para traer todo tipo de “basura” dañina y contaminante.
Canadá y Francia, dos países, que según los hechos establecen que ellos son responsables de las desgracias haitianas y entienden que somos los dominicanos la vía a cargar con esa maldita desgracia.
Esta semana la directora para la región del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Jessica Faieta, señaló que Ecuador, Bolivia y Perú son países que han reducido mucho su pobreza.
Mientras, esa misma funcionaria señala que “hay naciones como República Dominicana donde ha aumentado el nivel de pobreza y también el grupo de población vulnerable”.
Pero lo que no dice esa funcionaria “parlanchina”, es que, que si la pobreza y diferencia ha aumentado es que Estados Unidos, Francia, Canadá, algunas fundaciones han traído miles de ilegales para justificar la fusión República Dominicana con Haití.
El interés de esas malfundadas denuncias buscan desacreditar a República Dominicana por todos los rincones y en cualquier escenario.
Es tiempo de que el gobierno deje de seguir “durmiendo” en sus laureles, exigirles a Relaciones Exteriores una masiva campana internacional de defensa a favor de la imagen de República Dominicana.
A los funcionarios gubernamentales en el país debían dejar de pagar “botellas” a politiqueros y defender a la República Dominicana de esas vilezas nacionales e internacionales.
Nos estamos dejando acorralar de los detractores nacionales e internacionales, debido a la falta de defensa de quienes tienen fuerza para hacerlo.
Los están dejando ese problema a los que menos resistencias tenemos.
Nos han llenado el país de haitianos, de habitantes de las poblaciones del Caribe y hasta de Nueva Guinea en África, ya que en universidades de Santiago hay estudiantes.
¿Hasta cuándo estaremos soportar tantas críticas y seguir siendo solidario con  nuestros detractores?


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