Muchos santiagueros no se reponen de escándalos por boda en la Catedral

La pareja

Por Marcelo Peralta

Muchos ciudadanos aún no se reponen de lo cometido en la Catedral Santiago Apóstol en Santiago de los reclusos Miguel Vladimir Morán, acusado de matar a su esposa y la señora Yáscara Vargas, quien cumplió condena por drogas.

Las críticas crecen porque se ha permitido una boda entre una mujer que cumplió condena por traficar con drogas y un hombre que aún guarda prisión por haber asesinado a su primer esposa.

Se critica más severamente, porque el Arzobispo Metropolitano de Arquidiócesis de Santiago, su Eminencia Reverendísima, Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio fue al templo católico y felicitó a la exreclusa que ya cumplió su condena y al confinado a quien le faltan años en el penal.

Algunos feligreses dicen sentirse molestos y expresan su inconformidad con que se celebrara esta boda en la Catedral.

Y entienden que ahora cómo se puede hablar contra los traficantes de drogas y los que cometen crímenes sin una gran parte de los religiosos los premian.

Ahora de qué manera condenan a los traficantes de drogas y a los criminales.

A su entender no se puede callar lo que ha permitido y apoyado la Iglesia Católica en Santiago, ya que su jerarca De la Rosa y Carpio los felicitó.

Por ello vemos con profunda preocupación cómo se aplaudió esa boda, cómo se burlan de los valores cristianos y de nuestras creencias más sagradas.

En vez de rechazar esa boda en la Catedral, lo que hicieron sus jerarcas fue abrazar con alegría a esos dos criminales y se burla de la sociedad y del sacrificio que por nosotros hizo Jesuscristo.