Sacerdotes critican a los políticos “irresponsables”.

El sacerdote José Goris llamó a tener misericordia con aquellos que no tienen conciencia sobre el valor de la vida, como Jesús lo hizo y a "no tomar venganza con nuestras manos".
Y deploran momento por el que pasa la Iglesia. Durante el tradicional Sermón de las Siete Palabras, los curas exhortaron a defender la vida y abogaron por cambio social para acabar con las injusticias y otros males que afectan a la sociedad.
Santiago, R.D.-La irresponsabilidad y la indolencia de los políticos “que engañan al pueblo y se olvidan de las necesidades de la población, el personal de salud “que sólo piensa en su bolsillo” y ” los medios de comunicación que bailan al ritmo de quien les paga”, fueron los temas escogidos por los sacerdotes que tuvieron a su cargo el Sermón de las Siete Palabra palabras.
Los sacerdotes de la Arquidiócesis de Santo Domingo también deploraron la situación en que se ha visto la Iglesia Católica “llamada a ser santa para honrar las enseñanzas de Cristo” y que hoy se ve en la obligación de pedir perdón “por sus ofensas a Dios y la humanidad”.
El cura José Goris pronunció la Primera Palabra en la que llamó a defender la grandeza de la vida y la dignidad humana. Llamó a tener misericordia con aquellos que no tienen conciencia sobre el valor de la vida, como Jesús lo hizo y a “no tomar venganza con nuestras manos”.
El sacerdote pidió perdón por los que matan física y espiritualmente a otras personas.

A su vez, Miguel Ángel Amarante indicó que cuando Jesús prometió al ladrón arrepentido, de dos que habían

crucificado junto a él, que ese mismo día estaría en el paraíso, no significaba que ya estaría junto al Padre en un lugar específico, destino final de los salvos, sino que con su actitud de fe y humildad ya se había ganado la salvación.
Interpretó que esa es una señal de que cada día es una oportunidad para la conversión o para volver al evangelio, algo que en su opinión debe ser efectiva en “quienes viven una doble moral y se aprovechan de los pobres para alcanzar su fin”, aludiendo a los políticos.
Pero esa conversión -acotó el religioso- se hace necesaria en los medios de comunicación, que en vez de trabajar por la información auténtica “bailan al ritmo que les toque quien les paga”, y caen en el sensacionalismo, “sin importarles la ética y la búsqueda de la verdad”.
También, dijo, se hace necesaria en “algunos profesionales de la medicina, que dan más importancia al dinero que a sus pacientes.
Y en tono autocritico señaló que la iglesia también debe ser más tolerantes, más dialogantes, más misericordiosa, y consideró que los curas deben estar mano a mano con los pobres, “con los preferidos de Jesús”.
El padre Guillermo Rosario, a su vez, exhortó a las personas a no enfocarse en sólo recibir amor, sino en saberlo dar sin importar las circunstancias y pidió a los hijos a no olvidarse de sus padres en cada etapa de sus vidas.
Durante el tradicional sermón, los curas llamaron a los cristianos a pensar en los vulnerables, en los niños que sufren en los hospitales, en los que padecen en las cárceles, en la injusticia y separación de los miembros de la familia por la emigración forzada.
También se refirieron a los ancianos olvidados por su propia familia .
En su opinión, es necesario un cambio social en el mundo de hoy, “para acabar con tanta opresión y tantas injusticias, para que las personas sientan un alivio en tanta desesperación por los problemas de la cotidianidad”.
Los religiosos dijeron que los cristianos deben ser promotores y propagadores de ese cambio, para que los ciudadanos, la población pueda ser partícipe del banquete de la vida, del pan de cada día y de la educación.

Asimismo, criticaron el despilfarro, el derroche, el aprecio al Dios del dinero y el placer y el lujo.

El sacerdote Juan Reyes dijo a su vez que no cree que el mundo esté satisfecho con una iglesia que lejos de confesarse santa se confiese pecadora, donde con tantas sectas religiosas la fe se oferta a mayor o menor precio.

En su opinión, Jesús tiene sed de tener una iglesia de una entrega total y de un pueblo que acepte la redención.

En tanto que el padre Candelario Mejía Brito se preguntó si quienes ocupan cargos públicos pueden repetir estas palabras de Jesús: “Todo está consumado”. Si han cumplido con el pueblo, con la gente que los eligió?

Expresó que los políticos deben aprender de Jesús, que tienen que saber cuándo le hacen daño al crecimiento del pueblo, y despojarse del orgullo personal y dar paso a otro.

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