Nacionalismo trasnochado


Por Luís Amílkar Gómez
La degradación del sentimiento nacionalista del dominicano es indetenible.
Vamos de mala en peor.

Acusar a Juan Bolívar Díaz y a Luis Eduardo Lora (Huchi) de antipatriotas es insoportablemente ridículo, risible e intolerable. 
Hay sectores oscuros de nuestro país que se han mantenido al acecho para lanzar sus carnadas cada vez que el río se revoltea. 

La controversial sentencia del Tribunal Constitucional, ha servido a estos "vividores", para lanzar a parte de la población en contra de quienes por décadas se han opuesto a sus formas corruptas y ventajistas. 

Han usado el creciente anti-haitianismo del dominicano para aniquilar dos pájaros de un solo zarpazo: a callar voces que no les favorecen y aumentar la división entre dos pueblos que tienen la necesidad de coexistir en paz. 

Gastar más de 400 mil pesos en pasquines, que prácticamente piden las cabezas de estos comunicadores, es verdaderamente preocupante. 

Las personas que conocemos la historia de lucha del periodismo dominicano, sabemos perfectamente que Juan Bolívar y Huchi, siempre han estado al lado de las mejores causas del pueblo quisqueyano. 

Independientemente de sus preferencias políticas.
 El que ande buscando anti-patriotas y traicioneros de la patria no tiene que ir muy lejos.

Aquí mismo se los menciono a todos:
Anti-patriotas son aquellos que derrocaron a Juan Bosch en 1963. 
Antipatriotas son aquellos que se unieron a las tropas extranjeras para aniquilar a los constitucionalístas en el 1965.

 Anti-patriotas son los que apoyaron los 12 años de asesinatos y corrupción de Joaquín Balaguer.

 Anti-patriotas son los que sucedieron a Balaguer desde el 1978 hasta ahora y han usado sus posiciones en el poder para amasar riquezas indebidas; Mientras el pobre dominicano vive peor y peor.

 Anti-patriotas son aquellos que hablaron de revolución y luchas liberadoras y hoy son los nuevos corruptos y abusadores de las libertades. 

Anti-patriotas son los que tienen la responsabilidad de cuidar nuestras fronteras y permiten que existan en ella huecos, por donde pasan miles de ciudadanos ilegales, drogas, armas, bebidas caras, criminales de otros países haitianos y no-haitianos, así como el creciente tráfico de cubanos.

Anti-patriotas son los que firman contratos con empresas internacionales pensando en el mísero por ciento que les toca y no en el bien de todo el pueblo dominicano.

 Anti-patriotas son los que torpedean el éxito de la Ley 2801 que permitiría a los sufridos hombres y mujeres de la frontera un trabajo digno.

 Anti-patriotas son los que perpetúan el hambre y la miseria en los barrios de nuestras ciudades, que por décadas han existido sin servicios normales de agua potable y energía eléctrica. 

Anti-patriotas son los que han abandonado al campesino a su suerte, invirtiendo el dinero del estado en costosos invernaderos que, por sí solos, no van a suplir la demanda alimenticia de nuestro país. 

Anti-patriotas son los que mantienen nuestros hospitales en pésimas condiciones sanitarias y de servicios, mientras otorgan millonarias sumas en dólares para que se establezcan centros médicos de lujo para las élites gobernantes.

 Anti-patriotas son los que defienden más los colores de sus partidos que los colores de la Patria.

 Anti-patriotas son los que se dejan manipular con palabrerías y promesas baratas cada cuatro años.

Pensemos más en la Patria. 
Dejemos atrás esas insaciables ambiciones personales.
































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