Valora elección nuevo Papa

Monseñor Ramón Benito De la Rosa y Carpio
Obispos hablan a LISTÍN
El arzobispo de Santiago, monseñor Ramón de la Rosa y Carpio, describió como trascendental la elección del cardenal Bergoglio no solo para la iglesia Católica sino también para el mundo. Dijo que ha tenido la oportunidad de compartir en reiteradas ocasiones con el cardenal Jorge Mario Bergoglio, igual que los demás obispos, con quien el nuevo papa ha tenido una gran cercanía.

Por igual, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo, monseñor Víctor Masalles Pérez, afirmó que la alegría entre los obispos y la gente en sentido general ha sido grande y manifiesta, precisamente porque se trata de la elección de un papa latinoamericano por primera vez en la historia, que se presenta como un reconocimiento al continente que tiene el mayor número de católicos en el mundo.

El obispo afirmó que “tenemos un papa muy conocido por los obispos del país y es muy amigo del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien también celebró en Roma la elección del arzobispo de Buenos Aires como Sumo Pontífice”.

Mientras que el obispo de Higüey, monseñor Nicanor Peña, dijo que se sentía satisfecho porque el nuevo papa habla el mismo idioma que nosotros, conoce a fondo la iglesia del continente y los retos que tiene que enfrentar en el mundo actual, pero aclaró que no debemos olvidar que el papa es para toda la iglesia y que desde el momento en que fue elegido el cardenal Bergoglio dejó de ser arzobispo de Buenos Aires y cardenal argentino para convertirse en el Pastor Universal de la iglesia y guía espiritual de los católicos de todas las razas y naciones.

 “Lo importante es que el papa es el vicario de Cristo y el que nos representa a todos en la unidad universal de la iglesia”.

En otro orden, el obispo de San Juan de la Maguana destacó las cualidades personales y el amor a la iglesia que durante toda su vida ha demostrado el cardenal Bergoglio, y dijo que su trabajo con la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM) y como arzobispo de Buenos Aires son un ejemplo de ello. 

“La iglesia y los obispos dominicanos siempre estuvimos conscientes y seguros que los cardenales harían una buena elección y que estaban siempre asistidos por el Espíritu Santo”, dijo Grullón.

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