RESCATADO EL SALTADERO Y CONVERTIDO EN AREA ECOLOGICA





Por Junior Marte
SANTIAGO, R.D.-  Hace casi cinco años, en la comunidad conocida como El Saltadero, un grupo de hombres y mujeres, alentados por el entonces senador provincial, Francisco Domínguez Brito, emprendieron la tarea de formar una fundación que se ocupase del rescate y la preservación del río Jacagua y su entorno.
 Puestos a la tarea, decidieron prioridades juntamente con el Ministerio de Medio Ambiente, que por decreto del Poder Ejecutivo declaró protegida el área y creó el monumento natural Saltos de la Tinaja.
 Desde entonces, los logros han sido muchos, pero los residentes en El Saltadero destacan con orgullo catorce de ellos por considerarlos vitales para el rescate y desarrollo de la zona. Entre ellos están la habilitación de un sendero de más de un kilómetro con cocina en dos puntos del trayecto, la construcción de instalaciones sanitarias ecológicas, de un puente colgante sobre el río y varios pasos a desnivel, eliminación de nueve pocilgas y focos de contaminación, y monitoreo constante de la calidad del agua. 
 El cambio de rostro de Saltadero se dio a la par de la capacitación de los entusiasmados comunitarios: más de 30 talleres y cursos de capacitación hicieron prender ideas que florecieron como lo hacían los árboles endémicos y nativos que fueron sembrando por doquier.
 Quienes ahora visitan la laboriosa comunidad pueden disfrutar del encanto de  la zona y, sobre todo, ser testigo de la iniciativa  que siembre la semilla del rescate de otras zonas habitadas por cientos de personas que eligen los ríos por morada.
  Vivienda digna
 Este martes, los habitantes de Saltadero dieron un paso más hacia adelante con la inauguración y entrega de diez viviendas para igual número de familias. El propósito de no vivir en zona de peligro, en la orilla del río Jacagua,  está cumplido.
 Las viviendas constan de sala-comedor, dos habitaciones, baño, cocina con meseta, fregadero sencillo y galería, y están construidas en bloques de hormigón, techadas de cinc y con ventanas de aluminio.
 Iniciada el pasado 14 de febrero con los auspicios del presidente del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (FONPER), José Izquierdo, y del ministro de Trabajo, Francisco Domínguez Brito, tuvo una inversión de 7,5 millones de pesos.
 La iniciativa surge en una zona de menos de 1,500 personas que en su mayoría viven de la agricultura.
El objetivo es fomentar el empleo directo.
 Mejores vías de acceso, una vista encantadora, un río que invita a los turistas a darse un chapuzón es lo que se encuentra en un lugar donde se respira aire libre de contaminación.
 La obra que fue bendecida por monseñor Ramón Benito d la Rosa y Carpio, y entregada a la Fundación Saltadero, presidida por Francisco Castellano.
  “Esto es parte del Santiago solidario que prevé antes de que venga la tragedia, y aquí está la idea”, explicó Izquierdo con rostro de satisfacción.
 En este lugar también se puede encontrar información geológica de la isla, según Domínguez Brito, ya que esa fue la idea al ubicar a las personas del lugar.
  “En nombre de todas las personas que han laborando en la protección del medio ambiente, pretendemos concretar la oportunidad de no solo fomentar el ecoturismo, sino también ir desarrollando un escuela para establecer viveros, producir especies… en fin, crear nuevas propuestas para las personas que viven aquí que no tiene fuentes de trabajo”.
 “Estamos muy contentos y muy felices de recibir nuestra casa”, dijo María Altagracia, una de las beneficiadas, al celebrar a nombre de la comunidad la entrega de las viviendas.

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